HADA DEL BOSQUE: Déjame
entrar en tu cuerpo, Quiero
sentir el torrente De tu
savia y tu saliva. Deja que al abrazarte Mis brazos
se fundan con los tuyos Quiero con
mis yemas acariciar tú piel de fina corteza. Deja
calmar mi sed mundana con tu fresco Y
entrañable rocío. Quiero
respirar de tus aires, Aires que
huelen como a navidad, Como a
eterna primavera. Déjame
escuchar el juego de tus dedos Con las
frías lágrimas que caen desde el cielo, Y las
corrientes cristalinas que atraviesan Tu cuerpo,
desde tus sombreados cabellos Hasta tus
dedos ungidos por el fango. Quiero que
hablemos de tú a tú, Como lo
haces con las larvas Que
perforan tus líquenes. Deja que
irrumpa con mi voz desgarrada Esta calma
y silenciosa noche, Para
contarte mis sueños de humano, Para
escuchar tus sueños de árbol. Deja que a
la hora de mi muerte Mis huesos
reposen sobre tus raíces Quiero
reencarnar en uno De los
frutos de tu vientre.
Amen. Marzo 27/2002. |
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