AUTODESTRUCCION TERRENAL.
Mi tierra llora, no deja de llorar,
Las olas de humo irritan sus ojos,
El fuego adrede crece y devora sus árboles,
Se consumen sus almas, nuestros frutos.
Por sus venas, ya no fluyen
Más que corrientes de polvo
Y una que otra astilla petrificada.
Mi tierra llora, no cesa de llorar,
Las ensordecedoras explosiones nucleares
Y las motosierras en los bosques
La estremecen, se quiere tragar
A sus comerciantes verdugos.
Llora... porque preciso en este momento
Afilados arpones
Dizque! Del primer mundo, del mundo civilizado!!
Atraviesan y asesinan la sutil danza
De una ballena azul.
El aire que le queda, ya no refresca
El calor abrasador del cemento y las vidrieras,
Que queda en los cortos umbrales
De las montañas que algún día les llamaron vírgenes.
Mi tierra llora, no deja de llorar,
Porque sus hijos la están matando,
Porque nos estamos matando.