A UNA GUITARRA...
Aprovechemos la
ventisca
de esta noche, y
con tus
cabellos dorados
téjeme unos
acordes
profundos y
sentidos,
Que maten
todo lo superficial.
Dame tu único
brazo
para que
formemos
una solo
complicidad, una unidad
donde seamos
Tú mi
música y yo tu poesía.
Febrero 19/2002.