Adonis (Siria, 1930)
De la Antología Canciones de Mihyar el de Damasco
Traducción del árabe por Pedro Martínez MontávezVoz
con la colaboración de Rosa Martínez Lillo
Acuso a los espectros.
Acuso al ave rujj,
que desova en la espalda
del hada ciega.
Acuso a los vientos,
a la cera y a la
gallina muda.
Acuso a la serpiente
alada
-¡ah, las
alas leprosas y doblemente rotas!-.
Acuso a los árboles
y a las aguas.
Tú, cielo
luminoso,
¡oh esposa
del dios y del sultán!,
tú eres inocente,
inocente
de nuestra sangre.
A Sísifo
A Halim Barakat
Juré que escribiría
sobre el agua.
Juré que
llevaría con Sísifo
su sorda roca.
Juré que
me quedaría con Sísifo,
sometiéndome
a la fiebre y a las centellas,
buscando en las
órbitas ciegas
una última
pluma
que escribiera a
la yerba y al otoño
el poema del polvo.
Juré vivir
con Sísifo.
Vientos de locura
Las carrozas del
día se oxidaron.
Oxidóse el
jinete.
Yo vengo desde allá,
desde un país
de estériles raíces.
Trayendo por montura
una corola seca.
Caminando por sendas
asediadas.
¿Por qué?
¿Por qué
os burláis?
¡Huid!...
¡Huid!...
Yo vengo desde allá.
Vestido con el crimen.
Trayendo hasta vosotros
un viento de locura.
El parto
¿Para quién
abre el alba la ventana del ojo?,
¿y para quién
excava en mis costados?
¿Por qué
la muerte, entero, va mamándome,
y atando mi existencia
con el breve temblor
de los segundos?
Ahora lo comprendo:
Mi sangre es el
útero del tiempo.
Y en mis labios
alumbra la verdad.
Salmo
Le creo al viento
un pecho, una cadera sobre la que
apoyarme. Creo al
rechazo un rostro que con el mío comparo.
Me sirvo de las
nubes cual cuadernos y tinta. Lavo la claridad.
El cielo tiene lóbulos
que corto, y las lágrimas, hojas sobre las
que yo escribo,
las amapolas, galas que me visten, y los pinos,
cintura que me ríe.
Sin encontrar a nadie a quien amar,
¿es demasiado,
muerte, que me ame a mí mismo?
Me auto-acuno. Mis
senderos yo creo de mis dedos y dispongo
el espacio en circular,
lo mismo que mis ojos. Invento un agua
que no me sacie
nunca. Igual que el aire soy, sin leyes qué acatar.
Creo un paraje donde
convergen infierno y paraíso.
Invento otros demonios
con quienes yo compito en carreras y apuestas.
La pluma del cuervo
I
Sin épocas
viniendo.
Sin flores,
y sin campos.
Nada tengo en la
arena,
ni en los vientos.
Ni en la hermosa
mañana.
Sólo una
sangre joven
que corre con los
cielos.
Y la tierra,
en mi frente profética,
es un tropel de
pájaros sin fin.
Sin épocas
viniendo.
Sin flores,
y sin campos.
Una fuente de polvo
brotándome en la sangre;
en mis ojos viviendo,
comiendo de mis
ojos.
Vivo.
Conduciendo los
años a la espera de un barco
que se hunda en
el vacío.
Igual que si soñara.
Igual que si marchara
sin retorno.
II
Asediado.
En el cáncer
del silencio.
Escribo mis poemas
sobre el polvo,
con la pluma del
cuervo.
Sabiendo
que no me queda
luz sobre los párpados,
que nada, ya, poseen:
el sentido del polvo
solamente.
Me siento en el café.
Con la mañana,
la silla de madera
y la colilla.
Yo me siento.
A la espera de mi
olvidada cita.
III
Deseo arrodillarme.
Quiero rezarle al
búho de alas rotas.
A la brasa,
a los vientos,
A la muerte.
A la peste.
Quemar en el incienso
mis días
blancos,
mis cantos,
mi cuaderno.
La tinta y el tintero.
Rezar a cualquier
cosa
que ignore qué
es rezar.
IV
Beirut no se ha mostrado
en mi camino.
Beirut no ha florecido
en estos campos.
Beirut no ha dado
frutos.
Es una primavera
de langostas,
de arena sobre el
campo.
Yo solo –con los
frutos-
solo, sin estaciones
y sin flores.
De la puesta del
sol al mediodía
atravieso Beirut
y no la veo.
Beirut en la que
vivo
y que no veo.
Solo yo. Con los
frutos. Y el amor.
Marchando con el
día.
Marchando hacia
otro pueblo.
Adonis nació en Qasabín, Siria,
en 1930. En 1956 fundó en Beirut la revista Poesía. Desde
entonces publicó los libros: Primeros poemas (1957); Hojas en el
viento (1958); Canciones de Mihyar el de Damasco (1961); Libro de las huidas
y las mudanzas por el clima del día y de la noche (1965); Epitafio
para Nueva York (1971); El tiempo de la poesía (1972); Singulares
(1975); Las resonancias, los orígenes (1989); Homenajes (1988);
La palabra de los orígenes (1989); El tiempo, las ciudades (1990);
y Crónica de las ramas (1991). En 1997, en el legendario Festival
Struga Poetry Evenings de Macedonia, le fue otorgada la Corona de Oro,
en homenaje a su vida y su obra. Adonis es también un gran pensador
y ensayista y ha sido considerado como uno de los más grandes poetas
vivos en lengua árabe.